La “fiesta más linda del mundo” se ha convertido en un fenómeno en el ámbito del entretenimiento; en el que han participado artistas de la talla de Rosalía, Anitta o Ricky Martin.
Hablar de la fiesta Bresh es hablar de alegría, diversión, música y baile; pero sobre todo de éxito, un término que define a la perfección la trayectoria de esta marca rodeada de artistas, productores y numerosos aliados.
“Terminamos conectando desde el lado de la inclusión, con esa Bresh que implica que la fiesta es para todo el mundo y Brahma también estaba apuntando un poco a eso” dice, desde la más reciente convocatoria que realizaron junto a Brahma en Buenos Aires, Antonella “La Tana” Fiorucci, una de las creadoras de Bresh.
Fiorucci, DJ y productora de eventos, explica que la esencia de Bresh es “hitazo tras hitazo”; es decir, una celebración que intenta romper la idea de sólo escuchar y disfrutar de un género musical, y más bien invita a dejarse llevar por una explosiva mezcla de distintos sonidos y ritmos.
Reggaeton, cumbia, electrónica, balada, pop, rock, y hasta jazz, son algunos de los géneros que no pueden faltar en cada fiesta Bresh que, si bien está dirigida a un público muy joven, gracias a la pandemia empezó a ganar seguidores en otros rangos etarios.
“Con la cuarentena pudimos llegar a un montón de casas en varios países y se amplió muchísimo el margen, así que rompemos con la idea de que hay que tener una cierta edad para pasarla bien”.
La idea de crear Bresh surgió de manera inesperada. En 2016 cuatro amigos se juntaron para celebrar un encuentro en un lugar llamado Beatflow, un boliche ubicado en la avenida Córdoba, a la vuelta de Niceto Club, donde se reunieron con un objetivo muy simple: pasarla bien.
“Teníamos allí una reserva y de pronto dijimos: ‘¿Y si hacemos una fiesta?’, dejemos de arruinar nuestras casas que era básicamente lo que hacíamos”, dice entre risas “La Tana”.
“Ese día metimos 250 personas, con la música que nos gustaba, sin ninguna línea, y la pasamos tan bien que dijimos, bueno hagamos otra. A la segunda ya teníamos 400 personas, luego fue un de boca en boca que se convirtió en una locura”, recuerda con emoción.
La idea fue tomando forma. Recreaban las fiestas que hacían en sus casas, a su estilo, y como les gustaba, donde mezclaban los hits del momento con la música de otras épocas, todo para crear una experiencia adaptada a lo que querían escuchar, y no a lo que ponía a sonar el dj de cualquier bar.
Esto les llevó a conectar con una gran cantidad de personas que compartían el mismo sentimiento, a quienes les gustaba mucho el “cambalache”, como describe la Tana a esa mezcla de géneros que suena en cada Bresh, y que hoy representa esa esencia que les ha permitido ganarse un importante lugar en la producción de eventos a gran escala no sólo en Argentina, sino también en diversas ciudades de Latinoamérica.
“Al principio era sólo una por mes, luego una cada quince días, jamás pensamos que esto iba a ser lo que fue, la verdad nació como desde un lugar super genuino y agradecemos mucho eso”, comenta.
Después de recorrer prácticamente todo el país, y llegar a diversas ciudades como Montevideo, Bogotá o Cuenca, este año Bresh avanzó a una nueva etapa de internacionalización, llevando el fenómeno con sello argentino a otras latitudes.
Milán, Miami y Nueva York son algunos de los destinos que este año se sumaron a la experiencia Bresh, aunque el alcance de la “la fiesta más linda del mundo” no se queda allí.
El particular estilo del evento ha llamado la atención no sólo de los artistas argentinos del momento, sino también de grandes personalidades del espectáculo como Rosalía, Anitta, Rauw Alejandro o Ricky Martin, quienes de manera espontánea han asistido al evento.
“Esto ha sido un sueño impensado, nosotros buscamos ser los mejores en producción, en show, en agotar todas las fechas, pero para nosotros lo más importante es que estas figuras hayan estado y se hayan unido a disfrutar”, dice mientras recuerda algunos momentos memorables de Bresh durante este año.