Se trata de la mayor caída de un banco en Estados Unidos desde la crisis de 2008. La entidad, que funcionaba en California desde 1983, se convirtió en el mayor prestamista de la industria tecnológica, por lo que se teme que este sector se vea seriamente afectado.
Hasta hace apenas unos días cuando los jóvenes emprendedores tenían en mente una novedosa idea y requerían financiamiento para desarrollarla, la mejor opción era acudir al Silicon Valley Bank. Sin embargo, esto cambió drásticamente después de que se diera a conocer que la entidad financiera colapsó, causando un total revuelo especialmente en la industria de la tecnología.
Considerado uno de los 20 bancos más grandes de Estados Unidos y con unos 200.000 millones de dólares en activos, el Silicon Valley Bank se especializó en startups, empresas emergentes con un modelo de negocio basado en nuevas tecnologías y con gran potencial de crecimiento.
Fue fundado en 1983 y es el responsable del financiamiento de compañías como la multinacional de tecnología Cisco o la empresa de comercio electrónico Shopify.
El auge que se produjo en los últimos cinco años en Silicon Valley, la meca de la industria tecnológica estadounidense, también incluyó al SVB. Durante la pandemia el banco tuvo un boom en el que se realizó una gran inyección de capital a diversas compañías; incluso en 2021 los depósitos se duplicaron y con estos fondos la entidad compró bonos del Tesoro de EEUU a largo plazo y otros bonos hipotecarios para sus holdings.
Intervención
Pero con el paso de los años su salud financiera se fue deteriorando. Mientras los depósitos se incrementaron considerablemente, su cartera de préstamos creció muy poco. Esto se convirtió en un problema, ya que los bancos ganan dinero con el diferencial entre el tipo de interés que pagan por los depósitos y el tipo que les pagan los prestatarios.
A esto se sumó la crisis económica impulsada por varios factores; entre ellos la guerra de Ucrania, los altos costos de la energía a escala global y el avance de la inflación que afectó a varias economías del mundo, incluyendo la de EEUU.
Además, desde el año pasado el sector de tecnología vive uno de sus peores momentos debido, entre otras razones, al alza en las tasas de interés, una medida de la Reserva Federal, FED, para desincentivar los préstamos.
El efecto del pánico
En este contexto, y después de que el banco anunció que perdió casi 2.000 millones de dólares en la venta de activos para evitar quedarse sin liquidez, en apenas unos días el SVB acumuló 81% de pérdidas, tras el retiro del dinero de los clientes. Se estima que se extrajeron unos 46.000 millones de dólares, lo que dejó un balance negativo de casi un billón de dólares.
Finalmente el rumor de una posible quiebra se confirmó el pasado viernes, 10 de marzo, cuando la Corporación Federal de Seguros de Depósitos, que regula los depósitos bancarios estadounidenses, ordenó la intervención del banco. Fue así como la fuga acelerada de depósitos, ante la preocupación de insolvencia de la entidad, aceleró su caída.
¿Adiós a las startup?
Aunque La FED garantizó los fondos de los clientes del Silicon Valley Bank y el Departamento del Tesoro de EEUU ha asegurado que el sistema bancario es seguro y que la economía se mantiene mucho más sólida que en 2008, muchos ven lo que pasó con Silicon Valley Bank como una señal de alerta.
Pero más allá del efecto en los mercados financieros, ¿Cuál será la repercusión para las startup?. Sin duda la quiebra del SVB podría complicar las operaciones de estas empresas, ya que muchas de ellas por ahora no podrán recuperar su dinero, y en consecuencia, tendrán problemas para pagar a sus empleados y proveedores. De hecho, ya se ha confirmado también la quiebra del Signature Bank y el Silvergate Bank, por lo que crece el temor a un contagio global.
Pese a que es difícil saber el efecto a largo plazo que tendrá el desplome de estos bancos, lo cierto es que los mercados se mantienen a la expectativa y la incertidumbre se incrementa. La empresa de tecnología de pagos Circle, el fabricante de dispositivos de streaming Roku y la plataforma juegos en línea Roblox, son algunas de las compañías que ya se han visto afectadas.
Además, se teme que muchas empresas de todo el mundo puedan cerrar y sean declaradas insolventes; ya que el SVB tenía sucursales no sólo en Estados Unidos, sino también en países como China, Canadá, Dinamarca o Suecia.
Por lo pronto, algunas empresas emergentes están tratando de hallar soluciones temporales, mientras que otras mantienen la esperanza de acceder a programas de financiamiento de emergencia que se ejecutan en estos casos. ¿Es esto el comienzo de una crisis similar a la de 2008?. La respuesta parece bastante incierta, tanto como el futuro de las startups que depositaron en el SVB su confianza, y especialmente, su dinero.