El empresario demandó a un grupo de anunciantes, alegando que utilizaron su influencia para promover un boicot que ha afectado de manera considerable la publicidad en la plataforma X (antes Twitter). ¿Qué significa esta acción? Te lo contamos en este artículo.
A través de su cuenta de X (antes Twitter), Elon Musk ha confirmado que demandó a un grupo de anunciantes acusándolos de violar las leyes antimonopolio de EE.UU., al alegar que se ha llevado a cabo un boicot ilegal contra la red social.
El pasado 6 de agosto, Musk respondió a una publicación de Linda Yaccarino, CEO de X, en la que expresa: “Intentamos la paz durante dos años, ahora es la guerra”. Además, invitó a todos aquellos que se han sentido “boicoteados” a presentar una demanda.
La publicación de Yaccarino es una carta abierta a los anunciantes en la que denuncia un boicot ilegal liderado por la Alianza Global para Medios Responsables (GARM, por sus siglas en inglés), así como su empresa matriz la Federación Mundial de Anunciantes (WFA).
“Después de una carrera en medios y publicidad, pensé que ya lo había visto todo. Luego leí el informe del Comité Judicial de la Cámara de Representantes de EE. UU. titulado ‘El daño de GARM (Alianza Global para Medios Responsables)’ el mes pasado. El informe reveló que su investigación había encontrado evidencia de un boicot ilegal contra muchas empresas, incluyendo X”.
“Este comportamiento es una mancha en una gran industria, y no podemos permitir que continúe”, dijo la CEO de X, y agrega: “Es por eso que hoy, X ha presentado una demanda antimonopolio contra la Alianza Global para Medios Responsables (GARM), la Federación Mundial de Anunciantes (WFA) y los miembros de GARM CVS Health, Mars, Orsted y Unilever. Esta no es una decisión que tomamos a la ligera, pero es una consecuencia directa de sus acciones. El comportamiento ilegal de estas organizaciones y sus ejecutivos le costó a X miles de millones de dólares”.
En su carta, Yaccarino también enfatiza los niveles históricos que ha registrado X en los últimos meses, además destacó que la plataforma ha proporcionado a los anunciantes “una manera de mostrar sus marcas y alcanzar a sus audiencias objetivo de manera segura, eficiente y efectiva”.
¿Qué dice la demanda?
Según el documento oficial de la demanda, X Corp. presentó una acción “para reclamar daños compensatorios triplicados y medidas cautelares bajo las leyes antimonopolio de los Estados Unidos contra la Federación Mundial de Anunciantes; Unilever PLC; Unilever United States, Inc.; Mars, Incorporated; CVS Health Corporation; y Ørsted A/S, exigiendo un juicio con jurado”.
De acuerdo con la demanda, esta organización sin fines de lucro aparentemente convenció a sus miembros de no publicitarse en Twitter después de que Elon Musk asumiera el control, lo que resultó en una pérdida millonaria en ingresos para la plataforma.
El documento revela que se trata de “una acción antimonopolio relacionada con un boicot colectivo por parte de anunciantes competidores de una de las plataformas de redes sociales más populares en los Estados Unidos”. Además, señala que “estas asociaciones conspiraron, junto con docenas de co-conspiradores no demandados, para retener colectivamente miles de millones de dólares en ingresos publicitarios de Twitter, Inc. (“Twitter,” ahora X Corp.)”.
El documento también destaca que GARM celebró y asumió la responsabilidad del daño impuesto a Twitter, alardeando a pocos meses del inicio del boicot que “ellos (Twitter) están un 80% por debajo de las previsiones de ingresos”. “El boicot y sus efectos continúan hasta el día de hoy, a pesar de que X aplica la seguridad de marca y estándares comparables a los de sus competidores”.
Las reacciones
Tras la demanda de Musk, las reacciones no se han hecho esperar. Según la publicación especializada Business Insider, la WFA envió un correo a sus miembros para comunicarles que cerrarían las actividades de GARM, y su director ejecutivo, Stephan Loerke, dijo que la decisión se debe a que “se trata de una organización con recursos limitados”. Aunque no especificó las causas, se cree que la demanda de Musk fue clave. También indicó que impugnarán la demanda ante el tribunal y esperan que el resultado les favorezca.
Desde que Musk compró Twitter en octubre 2022 la reducción en la cantidad de anunciantes ha sido evidente, reduciendo drásticamente sus ingresos publicitarios. Apple, Disney o IBM, fueron algunas de las primeras empresas que eliminaron su publicidad de la plataforma.
Entretanto, el multimillonario ha sido acusado de promover y apoyar contenido antisemita e incluso pronazi y de permitir, en nombre de la libertad de expresión, opiniones consideradas por muchos extremistas; como es el caso del expresidente de EE.UU., Donald Trump, a quien le restableció la cuenta después de una suspensión permanente.
La medida está ahora en manos de un Tribunal de Texas, que será el encargado de determinar las responsabilidades en el caso. Más allá de a quién beneficie o no esta demanda, todo parece indicar que, tal como lo dijo Musk, esta es una guerra que apenas empieza.