OMG Argentina analizó el impacto cultural de este fenómeno para potenciar los resultados comerciales de sus clientes. Gigi Insaurralde, Directora de Estrategia e Insights, explica cómo las marcas capitalizaron esta conexión para amplificar sus mensajes, destacando el poder del real-time marketing.
El 5 de enero de 2025, Bad Bunny lanzó su esperado álbum “Debí tirar más fotos”, una colección de canciones que rinden homenaje a las raíces culturales de Puerto Rico, combinando géneros tradicionales como la salsa y el dembow. Este lanzamiento generó un impacto inmediato en la música latina, con 152.16 millones de streams en su primera semana y un debut en el puesto número uno de las listas de streaming. Además, trascendió su formato original hasta convertirse en un fenómeno cultural y digital.
El estribillo de la canción que da nombre al disco se viralizó en redes sociales como TikTok e Instagram, convirtiéndose en una herramienta emocional con la que los usuarios compartieron reflexiones personales y homenajes. Desde recuerdos familiares hasta tributos a mascotas, la frase “Debí tirar más fotos” se transformó en una plataforma para contar historias íntimas.
Este impacto cultural fue analizado por OMG Argentina, líder global en comunicaciones con un modelo de agencia como plataforma que brinda soluciones y servicios integrando capacidades de marketing, tecnología y medios, para lograr mejores resultados comerciales para sus clientes.
“La capacidad de un artista como Bad Bunny para conectar emocionalmente con las audiencias es impresionante, pero lo verdaderamente interesante es cómo las marcas han logrado capitalizar esta conexión para amplificar sus mensajes. Este fenómeno demuestra el poder del real-time marketing y la importancia de actuar con rapidez y relevancia”, afirmó Gigi Insaurralde, Directora de Estrategia e Insights en OMG.
Marcas que aprovechan tendencias
Varias marcas detectaron el potencial de esta tendencia para dialogar con sus audiencias de una forma emocional y auténtica. Ejemplos como Café Puro con “Debí tomar más café”, McDonald’s con “Debí pedirle más papitas” y Universidad Siglo 21 con “Debí inscribirme antes” son muestras claras de cómo la creatividad permite a las marcas subirse a estas olas culturales de manera orgánica.
Según los especialistas de OMG, el éxito de las marcas en este tipo de contextos depende de tres factores fundamentales. Uno de ellos es la conexión emocional, que implica encontrar puntos de contacto entre los valores de la marca y los sentimientos que genera una tendencia viral. También resulta clave la coherencia de posicionamiento, ya que es crucial evitar participar en conversaciones que no estén alineadas con la esencia de la marca, pues esto puede percibirse como oportunismo. Por último, la velocidad y la relevancia son esenciales para actuar en el momento justo y ofrecer mensajes que agreguen valor a la conversación.
En un contexto donde plataformas como TikTok e Instagram son centrales para las campañas publicitarias, los músicos y sus producciones se convierten en catalizadores de tendencias, abriendo oportunidades para que las marcas conecten con sus audiencias de maneras más profundas y significativas. Este caso es un ejemplo claro del poder de la cultura popular para generar insights valiosos que alimenten estrategias de comunicación innovadoras. Para las marcas, comprender estos fenómenos y actuar con autenticidad es clave para mantenerse relevantes en un entorno donde las conversaciones cambian a gran velocidad.