Con una puesta en escena vibrante y una participación comprometida, la marca y su agencia se convirtieron en protagonistas de una jornada que celebró el amor libre, la diversidad y la autenticidad sin filtros.
Bombai, la agencia de experiencias, fue la encargada de llevar a cabo la participación de Durex en el Pride Lima 2025, haciendo posible una celebración que transmitió respeto, diversidad y amor libre en cada detalle. Este año, Durex se sumó con fuerza, corazón y compromiso a la marcha del orgullo, reafirmando así su propósito de promover un mundo donde el placer sea seguro, libre y diverso.
Por ello, la marca estuvo presente con una carroza que se convirtió en una auténtica explosión de color, música y mensajes inclusivos, recorriendo las calles de Lima como un símbolo vivo de libertad y alegría. Además, bajo el poderoso claim “El orgullo es para sentirlo”, Durex invitó a todos a vivir su verdad con libertad y sin miedo, destacando que el orgullo no solo se celebra: se siente en la piel, en el cuerpo, en el deseo y en cada gesto de amor sin prejuicios.
De esta forma, Durex no asistió como un simple espectador, sino como un aliado activo que acompañó la marcha con arte, abrazos y mensajes que gritaron lo que siempre ha defendido: que el amor es amor, sin etiquetas ni limitaciones. Todo esto fue posible gracias a Bombai, la agencia que hizo realidad esta experiencia única, asegurándose de que cada momento reflejara el compromiso genuino de la marca con la comunidad LGBTQ+.
En ese contexto, Luisa Vallejo, gerente general de Bombai Perú, afirmó: “Para nosotros en Bombai, diseñar experiencias como esta fue mucho más allá de un evento; significó construir espacios donde el respeto, el amor libre y la diversidad sean protagonistas. Nos emocionó profundamente acompañar a Durex en una causa que celebra la autenticidad y hace que el orgullo realmente se sienta”.
Finalmente, Durex agradeció a cada persona que bailó, sonrió y marchó junto a ellos, así como a Bombai, su aliado estratégico en esta activación, por ayudar a construir un mundo más justo, abierto y humano. Porque cuando se trata de orgullo, no basta con decirlo: hay que sentirlo.