Soti Charnas y Luca Macome, productores ejecutivos de Mama Hungara, reflexionan sobre la evolución de la industria audiovisual, la construcción de vínculos sólidos y los desafíos de producir con excelencia en un entorno en constante transformación.
La industria audiovisual está evolucionando rápidamente, trayendo nuevos desafíos y oportunidades para quienes moldean su futuro. Mantenerse a la vanguardia requiere tanto pensamiento estratégico como adaptabilidad creativa. Pocos entienden esto mejor que Soti Charnas y Luca Macome, productores ejecutivos de Mama Hungara.
Con una mirada atenta a los cambios de la industria y un enfoque práctico en la producción, Soti y Luca navegan las complejidades del storytelling, los negocios y la innovación, asegurando que la productora se mantenga un paso adelante.
Entre sus principales proyectos comerciales se destacan las recientes campañas realizadas para clientes como Mercado Libre, Mercadopago, Brahma, Rockstar, Personal, BetWarrior, Netflix, Sony Music, MAX para Warner Bros. Discovery, Supervielle y Molinos. Estos proyectos fueron desarrollados en colaboración con reconocidas agencias como GUT, DraftLine, Springtime, Febrero, Di Paola, Anita&Vega y VML.
Cris Gee: Desde su perspectiva, ¿Cómo ha evolucionado el panorama publicitario de Latinoamérica, pasando de unos pocos centros dominantes a una red dinámica y transfronteriza? ¿Cómo aprovecha Mama Hungara este cambio para mantenerse a la vanguardia?
Ya quedaron atrás los días en que los comerciales de TV de 90 segundos dominaban desde grandes polos como Buenos Aires o Ciudad de México. La década de 2010 trajo una revolución digital: las redes sociales, YouTube y el contenido pensado para móviles tomaron el centro de la escena, con Brasil y México liderando la inversión publicitaria.
En los últimos cinco años, dos cambios clave redefinieron la región. Primero, mercados más pequeños surgieron como jugadores fuertes en producción: Uruguay se consolidó, Colombia y Chile están en ascenso, y Perú y Paraguay avanzan rápidamente ofreciendo talento y valor competitivo.
Segundo, el proceso de producción se volvió cada vez más regionalizado y estratégico. Una misma campaña puede involucrar a un cliente mexicano, una agencia argentina, una productora brasileña y un rodaje en Santiago de Chile, todo para maximizar la experiencia y la eficiencia.
En Mama Hungara hemos abrazado esta transformación. Nuestra base en Buenos Aires afinó nuestra especialidad en craft y humor; en 2024, nos expandimos a México, aprovechando su mercado digital en auge y su conexión con Norteamérica. Ahora también enfocamos nuestro crecimiento hacia la influencia de Colombia, Chile y la expansión global desde Los Ángeles.

Cris Gee: ¿Cómo abordan la construcción de vínculos sólidos en una industria tan competitiva?
Luca: En publicidad, la adaptabilidad no es opcional, es supervivencia. Desde el 35mm hasta la IA, esta industria nunca se detiene. Y aunque las herramientas evolucionan, la confianza sigue siendo la moneda real. Las verdaderas alianzas no se construyen en un solo pitch; se forjan en batallas compartidas, deadlines ajustados, recortes de presupuesto y cambios de último momento. ¿Mi enfoque? Estar presente, escuchar, ejecutar una y otra vez. La confiabilidad corta el ruido, convierte colaboradores en aliados. No se trata de contratos; se trata de demostrar, una y otra vez, que cumplimos.
Soti: Las relaciones sólidas se construyen con confianza, resolución de problemas y la búsqueda constante de la excelencia. En esta industria, las relaciones evolucionan de colegas a aliados de confianza, a través de desafíos compartidos y un compromiso firme con el delivery. Competir contra los mejores nos exige siempre elevar la vara, pero lo que distingue a Mama Hungara es nuestra búsqueda incansable de la excelencia. No trabajamos en piloto automático: adaptamos, innovamos y superamos expectativas. Por eso marcas y agencias nos siguen eligiendo: saben que damos todo, siempre.

Cris Gee: ¿Qué los atrajo a Mama Hungara y cómo ha evolucionado su camino como productores ejecutivos en estos cinco años?
Entrar a Mama Hungara fue más que sumarse a una productora; fue ingresar a un entorno diseñado para el crecimiento, la colaboración y los vínculos duraderos. Encontramos una familia donde primero están las personas, seguidas de una búsqueda incansable por romper límites y un enfoque audaz hacia la producción.
Nuestro recorrido de cinco años fue una verdadera masterclass en alcanzar nuevos niveles de producción. Cada etapa, desde negociar acuerdos y liderar equipos hasta presentar propuestas a clientes y ganar proyectos, fortaleció nuestra confianza y consolidó nuestra experiencia.
La evolución de Mama Hungara refleja la nuestra. Lo que empezó como un equipo pequeño y ágil manejando producciones modestas se transformó en una potencia que compite en los niveles más altos. Año tras año, la compañía ha ganado la confianza de grandes agencias y marcas, demostrando que la ambición, la estrategia y la ejecución pueden rivalizar con los jugadores más consolidados. Con la mirada puesta en el crecimiento, seguimos abriendo caminos, expandiéndonos en Latinoamérica, apostando por Colombia y Los Ángeles y diversificándonos hacia el entretenimiento, los eventos culturales y más allá.
Cris Gee: Si pudieran dar un solo consejo a los productores que están empezando, ¿Cuál sería?
Saber prosperar bajo presión es la clave para el éxito en producción. Los desafíos llegarán, el trabajo es encontrar soluciones, no entrar en pánico. Esto no es un trabajo de 9 a 5, los problemas aparecen rápido y hay que estar siempre alerta. ¿Nuestro consejo? Empezar desde abajo, dominar el caos y construir resiliencia. Hacer preguntas, involucrarse. Encontrar rutinas que anclen, respirar, adaptarse y abrazar la tormenta. Cada proyecto trae nuevos obstáculos, pero siempre hay un camino. Mantener la cabeza fría, tomar el control y hacer que las cosas sucedan.