Paola Reglín, directora de marketing de Panam, comparte detalles de la nueva colaboración entre Panam y la influencer Ari Tenorio, un proyecto que resume la evolución creativa de una firma mexicana con 60 años de historia que hoy apuesta por la personalización, la diversidad cultural y la conexión con las nuevas generaciones.
En el universo de las colaboraciones de marca, no todas logran articular identidad, producto y comunidad en una sola narrativa. El nuevo lanzamiento de Panam junto a Ari Tenorio busca precisamente ese equilibrio. De acuerdo con Paola Reglín, vocera de la marca, se trata de “la penúltima colaboración de Panam de este año” y de un proyecto particularmente significativo por tratarse de su “primer par 360”.
Ari Tenorio, creadora de contenido con una fuerte presencia en YouTube y redes sociales, fue elegida no solo por su alcance digital, sino por la afinidad natural con la audiencia que hoy persigue la marca. “Es una creadora cuya personalidad quedó impresa en un diseño de inspiración japonesa que incorpora elementos inéditos para Panam: “Tiene tres packs de agujetas intercambiables y un cubrepolvo, algo que nunca habíamos hecho para un par de tenis”.
Ese cubrepolvo se convirtió en uno de los grandes diferenciadores del lanzamiento. “Fue uno de los highlights que quisimos resaltar para que realmente se sintiera como este par exclusivo”, subraya. La edición está limitada a 2000 piezas, disponibles en tiendas físicas de Panam en Ciudad de México y en su e-commerce para toda la República Mexicana y Estados Unidos. El precio se fijó en 1150 pesos.
Más allá del producto, la colaboración tiene un peso emocional para la creadora. Ari llegó a México hace 10 años y, como señala Reglín, “significa mucho para ella poder trabajar con una marca mexicana que confíe en su talento”. Ese involucramiento se tradujo en un proceso creativo profundamente detallado: “Le dedicó muchísimo tiempo. Cada uno de los detalles los vio ella desde los materiales, las texturas, incluso las agujetas, que tienen este efecto fluffy. Se involucró en el dibujo, en la selección de materiales y en cómo iba a terminar el proyecto”.
A esto se suma otro elemento clave para los fanáticos del sneaker culture: el empaque. “Las cajas se vuelven coleccionables”, apunta la vocera, reforzando el carácter de objeto de deseo que Panam ha sabido construir en sus lanzamientos especiales, particularmente de cara a la temporada navideña.
Con 60 años de historia, Panam ha evolucionado, pues estas colaboraciones representan una ventaja competitiva frente a las nuevas audiencias: “Con este tipo de alianzas podemos llegar al Gen Z de una forma mucho más auténtica”.
A diferencia de otras marcas que dependen de acuerdos globales, Panam defiende su autonomía creativa: “Algo que nos hace especiales es que no dependemos de colaboraciones globales para decidir si creamos o no creamos”.
El modelo con Ari Tenorio mantiene el ADN incluyente de la marca. Es un diseño unisex disponible inicialmente de la talla 22 a la 26, con extensión prevista hasta la 29 en los siguientes días. Para Reglín, esta neutralidad de género no es una tendencia adoptada por conveniencia: “El unisex vive en el ADN de Panam desde el día uno, desde que nació el modelo Campeón 084”.
Sobre la mezcla cultural que rodea a la colaboración (Ari es venezolana, el diseño tiene influencia japonesa y Panam es una marca 100% mexicana) Reglín lo tiene claro: no hay contradicción, sino lectura generacional. “Más que ver que pueda chocar el discurso, vemos cómo las nuevas audiencias conectan con distintos referentes culturales. Ella es más mexicana que muchos de nosotros”, afirma. En este contexto, la influencia oriental, el K-pop y el streetwear forman parte natural del ecosistema cultural de los jóvenes mexicanos.
Con esta alianza, Panam no solo lanza un nuevo par de tenis: reafirma su lugar como una marca que entiende la cultura colaborativa como un motor de innovación, relevancia y conexión emocional con su comunidad.
Por: Berenice Ibarra
