La adquisición de Telefónica Argentina por Telecom podría tener implicaciones significativas en términos de competencia, desarrollo tecnológico y políticas regulatorias, afectando tanto a los consumidores como a la estructura del mercado de telecomunicaciones en el país.
Telecom, empresa de telecomunicaciones argentina perteneciente al Grupo Clarín que ofrece servicios de telefonía fija, móvil, internet y televisión paga, adquirió la filial argentina de Telefónica, protagonizando una operación que cambia notablemente el panorama del sector de conectividad en el país.
Según reveló la compañía, el acuerdo se produjo tras “un intenso y riguroso proceso competitivo” y finalmente se cerró por 1.245 millones de dólares.
Telecom asegura que seguirá fortaleciendo la infraestructura digital del país, ampliando la cobertura de banda ancha fija y móvil y acelerando la expansión de la fibra óptica y el 5G. “Argentina contará con una infraestructura digital de nivel y calidad internacionales, potenciando el desarrollo de importantes sectores de la economía”, reveló en un comunicado.
Roberto Nobile, CEO de Telecom, destacó que “con esta operación Telecom demuestra una vez más su vocación de seguir invirtiendo en la Argentina, en el marco de las condiciones macroeconómicas actuales, que suman certeza y estabilidad a la inversión privada y competitiva”.
Por su parte, Telefónica Hispanoamérica señaló que la transacción “se inscribe en la estrategia del Grupo de reducir la exposición a la región y continuar operando de forma sostenible para construir valor para sus accionistas”.
Se trata de la mayor inversión en un activo en Argentina de los últimos años. Pero, ¿qué implicaciones tiene este histórico acuerdo? Se estima que podría llevar a una mayor concentración del mercado de telecomunicaciones en el país, afectando la competencia y generando un monopolio.
Adquisición bajo la lupa
En este contexto, la Oficina de la Presidencia de la Nación informó en un comunicado que solicitará al Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) y a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) que analicen la operación para determinar si es legal y si cumple con las normas de competencia y regulación del mercado.
“El Gobierno Nacional tomará todas las medidas para garantizar el derecho de elección de los usuarios, la libre competencia, y la accesibilidad a los servicios de la telecomunicación”, informaron.
Estos organismos evaluarán si la compra de Telefónica por parte de Telecom generará un monopolio, afectando la competencia en el sector de las telecomunicaciones.
Si se concreta esta adquisición, un solo grupo económico controlará alrededor del 70% de los servicios de telecomunicaciones en el país. Ante esta situación, el Estado dijo que adoptará las medidas necesarias para impedirlo.
El impacto en los consumidores
La concentración del mercado en un solo jugador también podría influir en los precios y la calidad de los servicios que se ofrecen a los consumidores. Con la fusión se elimina a Telefónica como competidor directo, dejando a Claro como el principal rival de Telecom en el mercado argentino.
Si bien Telecom y Claro seguirán siendo los principales actores, se cree que la reducción de competidores limitará las opciones y aumentará los costos para los usuarios.
Algunos expertos consideran que las futuras inversiones, incluyendo la integración de las redes y servicios de Telefónica, generarán inversiones significativas y mayores costos que posiblemente se trasladarán a los consumidores a través de precios más altos. Por otro lado, hay quienes son más optimistas y creen que la adquisición implicará una mejor calidad y cobertura de los servicios de telecomunicaciones en el país.
¿Será esta adquisición un problema o una ventaja para los consumidores? ¿Podrá el gobierno implementar regulaciones que equilibren el mercado? Quizá aún es muy pronto para saberlo pero, más temprano que tarde, llegarán las respuestas.