Con la tecnología como un factor primordial que redefine las reglas del juego publicitario, Carlos Nasi, CEO y cofundador de Media Lab Agency, compartió su visión sobre la evolución del marketing de influencers frente a la Inteligencia Artificial (IA).
“La IA ha empezado a jugar un papel relevante en la optimización de las estrategias de influencer marketing”, dijo, destacando que esta tecnología permite identificar perfiles ideales, mejorar contenidos y medir resultados
En este contexto, también se refirió a los Influencers virtuales, lo que pone sobre la mesa una cuestión fundamental: la transparencia.
“Los consumidores deben estar informados y tener la posibilidad de decidir si comparten sus datos. La autenticidad también se vuelve esencial, pues la IA puede llegar a confundirse con la realidad”, advirtió al señalar que la clave está en equilibrar eficiencia tecnológica con ética comunicacional: “Usar IA sin perder franqueza”.
Sobre el impacto directo en las decisiones de compra, Nasi señaló que “la IA permite crear campañas más relevantes y atractivas mediante segmentación, personalización y predicción de tendencias”. Pero advirtió que el uso de esta tecnología exige transparencia: “El consumidor debe saber si el contenido ha sido generado, en parte o en su totalidad, por IA. Mostrar cómo se usan los datos y la tecnología puede fortalecer la alineación de valores entre marca y consumidor”.
La privacidad como clave
Con respecto a la privacidad, el CEO de Media Lab Agency aseguró que “el impacto en la confianza depende de la transparencia y el cumplimiento de estándares éticos”. Para mitigar riesgos, sostuvo, las marcas deben ser claras sobre “cómo, cuándo y por qué utilizan esta tecnología”. Advertencia no menor, pues la confianza se erosiona fácilmente cuando se perciben zonas grises en el manejo de los datos.
Al respecto, Nasi detalló cinco preocupaciones comunes que enfrentan los consumidores: “Primero, la falta de transparencia en la recolección de datos; segundo, la personalización excesiva que puede sentirse invasiva; tercero, la venta o compartición de datos con terceros sin consentimiento; cuarto, el riesgo de filtraciones o hackeos; y quinto, el uso no ético de los datos para manipulación emocional o psicológica”. Para él, la única forma de contrarrestar esta desconfianza es con “transparencia, consentimiento informado y uso ético de los datos”.
En cuanto a materia regulatoria, el directivo considera que la industria necesita un marco claro y actualizado: “La regulación es clave para garantizar un ecosistema seguro y ético. Sin reglas claras, hay riesgo de manipulación, invasión de privacidad y pérdida de confianza”. Entre los puntos críticos destaca la necesidad de normativas en: protección de datos, combate a la publicidad engañosa y los deepfakes, límites a la hiper-personalización, y prevención de sesgos algorítmicos.
Especialmente en industrias sensibles como la salud o las finanzas, la cautela debe ser aún mayor: “Los consumidores deben saber que los consejos no sustituyen la opinión de un profesional. También se deben revisar los sesgos algorítmicos y cumplir con todas las regulaciones del sector”, dijo.
Confianza: el activo más valioso
Con miras hacia el futuro, Nasi cree que la confianza seguirá siendo el activo más valioso: “La IA puede reforzarla si se usa de forma ética, pero también destruirla si se percibe como manipuladora”.
Es así que proyecta tendencias como el crecimiento de los influencers virtuales y humanos híbridos, el auge de comunidades pequeñas y nichos de confianza, una personalización extrema del contenido, transparencia algorítmica obligatoria, y una regulación cada vez más estricta.
Sobre cómo se construye lealtad duradera con ayuda de la IA, Nasi considera que la clave está en “crear experiencias personalizadas, auténticas y significativas”. Ejemplifica con tres estrategias: “Listening en tiempo real para responder proactivamente a inquietudes; comunidades de nicho con contenido exclusivo y gamificación; y recompensas personalizadas basadas en comportamiento, como acceso anticipado o experiencias VIP”.
“El futuro del marketing de influencers no es sólo tecnológico. Es ético, humano y transparente. Aquellas marcas que logren utilizar la IA para potenciar la autenticidad, ganarán la lealtad del consumidor del futuro”, concluyó.