Juan Simon, Tech Manager de Wunderman Thompson Argentina, ofrece su visión sobre la importancia de la innovación al momento de concebir las ideas.
Existen varios tipos de innovación, usualmente nos referimos a la innovación incremental como soporte o a la innovación disruptiva que suele acompañar a nuevas tecnologías o productos que cambian la manera en la que hacemos las cosas del día a día.
Innovación es una palabra que tiene muchos significados dependiendo del nivel de alfabetización tecnológica de quien observa algo nuevo. Lo que para muchos puede significar la cresta de la ola o incluso algo futurista, puede ser rutina para otros.
Hay un punto justo entre lo que parece imposible de implementar y la rutina que permite maximizar la innovación. Un claro ejemplo de innovación disruptiva es Blockchain que no sólo revolucionó la manera en la que pensamos las transacciones o como compramos y vendemos arte, sino también como pensamos la propiedad y los contratos desde que se introdujeron los Smart Contracts.
Lo que hoy conocemos como “data”, es lo que nos permite tomar decisiones que maximizan el impacto de la innovación, y abstraernos de nuestras sensaciones y basarnos en datos. Incluso nos sirve para detectar problemáticas, como el caso de “Síndrome de números”, una campaña que expuso la falta de datos sobre la población con síndrome de Down generando la primera base de datos mediante bots que permitieron almacenar y normalizar los datos para luego ser procesados y de esta manera detectar datos claves sobre la educación, el trabajo y la salud para luego accionar sobre ellos.
La innovación tecnológica puede ser un factor que les permita marcar una diferencia y posicionarse bien entre sus competidores. Puede ser un proceso reactivo cuando la marca se está quedando atrás en relación con su competencia, y es en estos casos que el proceso tiene un gran impacto para la compañía y poco impacto para el mercado.
En el caso de la innovación proactiva, la marca innova respecto al mercado manteniendo procesos modernos. Sí bien algunos casos son mejores que otros, el impacto de innovar siempre es positivo. Es un hecho demostrado que las personas reaccionan positivamente a las marcas innovadoras.
En Argentina, las marcas responden a un mercado global incluso cuando operan exclusivamente en el país; esto se debe a que de una u otra manera todos consumimos del mercado global y las expectativas son cada vez más altas. El ecosistema de marcas en Argentina se encuentra, en muchos casos, en la situación de tener que reaccionar a un mercado que tiene necesidades que superan las capacidades tecnológicas de las marcas. Esto, si bien conlleva un plan reactivo, también deja mucho más claro el plan de acción, ya que el mercado suele encontrarse por delante.
Por eso, para lograr ideas innovadoras, es importante que todos los equipos trabajen en conjunto, ya que todos traen sus propios skills y perspectivas a la mesa. El trabajo en conjunto eleva la calidad de los entregables de maneras que jamás hubiéramos pensado. Cada uno tiene sus backgrounds que permiten aplicar tanto la data a la creatividad como la creatividad a la data; lo que nos permite explorar ideas basadas en datos concretos, generar data que no existía para poder cubrir una necesidad o generar algo nuevo desde diferentes sets de datos que solos no significarían nada.