El 61% de los encuestados por Kantar eligen los “lugares casuales”; los locales de comidas rápidas son los preferidos por el 38% de los argentinos, porcentaje que sube al 48% en el segmento de 18 a 34 años; y las cafeterías las elige el 29%. El “comer afuera” es una conducta propia de la cultura argentina, con un 66% que coincide en que es la oportunidad de “sociabilizar con amigos y familia”.
En marzo pasado la división Insights de KANTAR realizó una encuesta a nivel nacional para saber qué sucede en la actualidad con las salidas a comer afuera de los argentinos: si el contexto económico impactó en esas salidas y su frecuencia, cuáles son los lugares preferidos, qué lleva a elegir este tipo de salidas.
La difícil situación económica que han enfrentado los argentinos en los últimos años, y que todavía están atravesando, influye en los diversos placeres que pueden permitirse. El 76% de los encuestados afirma que en el último año ha reducido la frecuencia con la que sale a comer fuera de casa. Esta retracción es mucho más acentuada en el NSE Bajo (D1/D2) que llega a una merma del 85%.
Si bien la mayoría menciona que rara vez sale a comer afuera, todavía hay gente (42%) que puede permitirse ese gusto, saliendo incluso varias veces al mes o una vez a la semana.
Al preguntar sobre los lugares preferidos entre quienes continúan saliendo a comer afuera, la mayoría declara preferir los restaurantes casuales (61%), ubicándose en un segundo lugar los establecimientos de Comida Rápida (38%), seguidos por las Cafeterías (29%).

Entre los mayores de 65 años, el 70% elige los “restaurantes casuales”. En el segmento de argentinos entre 18 y 34 años, el 48% prefiere los lugares de “Comida Rápida”, mientras que en jóvenes de entre 18 y 24 años el 41% elige “Cafeterías”.
“Para los argentinos, el gran propulsor de las salidas es la sociabilización, en esto coincide el 66% de los encuestados” -asegura Luciana Dellisanti, Client Lead de KANTAR división Insights Argentina. “En segundo término, con un 33%, el motivo son las celebraciones, lo que se acentúa aún más en el segmento de personas entre 35 y 49 años, llegando al 44%”.
Por otra parte, también se ha observado que hay factores que desmotivan la salida a comer afuera. El principal, los precios altos (74%). Sin embargo, no solo se tiene en cuenta el precio sino también otros aspectos relacionados especialmente con la experiencia de esas salidas. El “Tiempo de Espera” es la segunda variable que desalienta en la que coincide el 41% de los encuestados y se destaca aún más para el segmento de entre 25 y 34 años, que alcanza el 50% de rechazo, razón por la cual se percibe en ellos una mayor preferencia hacia los locales de Comida Rápida. Asimismo, las “Malas experiencias previas” constituyen el tercer factor desmotivador, que destaca entre los más jóvenes (18 a 24 años), lo cual habla de la importancia que tiene generar una buena experiencia en este target.
“En tiempos de turbulencia económica, las marcas deben ir más allá de la conveniencia. Ofrecer una experiencia significativamente diferente al cliente es clave para blindar el vínculo con los consumidores ya conocidos y ganar nuevos” afirma Luciana Dellisanti. “Y en este sentido el público más joven se vuelve cada vez más exigente, necesita vivir experiencias gratificantes para volver a ese lugar”, concluye.