Conversamos con César Monzón, Director de Estrategia en Alkemy Latam, y Carmelo Maselli, Co-fundador de Vendaval Agency, quienes nos compartieron su perspectiva sobre cómo esta tecnología está impactando la industria publicitaria. Te contamos sus visiones al respecto.
La Inteligencia Artificial (IA) se erige como una fuerza transformadora en múltiples sectores y la publicidad no es la excepción. La capacidad de la IA para analizar grandes volúmenes de datos, anticipar tendencias y personalizar experiencias está hoy bajo el radar de los líderes del marketing y la publicidad.
La capacidad para llevar la personalización a niveles sin precedentes, es uno de los aspectos que destaca César Monzón, Director de Estrategia en Alkemy Latam, al referirse a la IA. Desde su punto de vista , “el principal cambio que está produciendo la IA en la publicidad es la capacidad de personalización y segmentación a un nivel muy alto”.
Según indicó, la posibilidad de analizar datos en tiempo real permite a las marcas crear campañas altamente específicas y relevantes para cada segmento de su audiencia. “La eficiencia y efectividad de las campañas publicitarias puede generar mejores resultados tanto para las marcas como para los consumidores”, agregó Monzón.
Carmelo Maselli coincide en esta afirmación, pero señala que la IA, además de evolucionar la personalización, también lo hace con la producción creativa: “La publicidad, por su característica de estar en búsqueda de lo que viene, fue de las primeras industrias en adaptarlo de forma más natural”, comentó.
Inicialmente, la IA se utilizaba para la investigación de tendencias y la generación de ideas; sin embargo hoy es una parte integral del proceso de producción, especialmente en aspectos sonoros y visuales: “Hoy, con un poco más de recorrido, es parte del proceso de producción con un finish de calidad expresado fuertemente en lo sonoro y visual”, detalló Maselli.
Anticipación y adaptación en un panorama regido por la data
Otro de los grandes beneficios que resaltan ambos es la capacidad de la IA para anticipar y adaptarse a las cambiantes necesidades del consumidor. Monzón destaca que “la IA puede anticipar y responder a las necesidades y deseos cambiantes de los consumidores mediante el análisis continuo de datos de comportamiento y tendencias del mercado”.
Lo anterior permite a las marcas no solo responder de manera proactiva a las demandas del mercado, sino también optimizar la experiencia del cliente “al ofrecer productos y servicios más alineados con sus expectativas”, puntualiza Monzón.
Maselli, al respecto, planteó una reflexión crítica sobre la dependencia de la IA en la creatividad, destacando que “hoy todavía, a la hora de encarar proyectos innovadores, sigue brindando soluciones mecánicas donde la interpretación y reformulación de un ser humano es indispensable”.
Aunque la IA es invaluable en la investigación y análisis de datos, la intervención humana sigue siendo crucial para asegurar que las campañas mantengan un enfoque innovador y creativo, por lo que agregó: ”Probablemente sea una pregunta que en meses/años tenga una respuesta muy diferente”, al reconocer que el desarrollo de la IA podría cambiar esta dinámica en un futuro cercano.
Privacidad y confianza del consumidor: el desafío ético
La recopilación masiva de datos a través de la IA ha sido tema de polémica respecto a la privacidad y la ética, y ambos lo consideran esencial para el futuro de la industria.
“Las preocupaciones sobre la privacidad y la ética en el uso de datos por parte de la IA son legítimas y deben ser abordadas con seriedad”, afirma Monzón, quien recomendó que las empresas implementen políticas de privacidad robustas y fomenten una cultura ética en el manejo de datos. “Es crucial educar a las marcas acerca de cómo se protege la información y cómo se analizan los datos usando inteligencia artificial”, insistió al subrayar la importancia de mantener la confianza del consumidor.
Maselli, por su parte, resaltó que se trata de un debate inherente a la era digital: “El uso de datos debería ser usado de la misma manera con IA. Con la aceptación y conformidad de los consumidores”.
La confianza del consumidor es fundamental, y las empresas deben asegurarse de que su uso de la IA no cruce los límites éticos ni comprometa la privacidad: “Estamos todo el tiempo alimentando las bases de datos y eso es parte de esta era”, añadió Maselli, a la par de sugerir que la transparencia será clave para mantener la confianza en un entorno cada vez más digitalizado.
El futuro hiperpersonalizado
Ambos expertos vislumbran que la IA estará profundamente integrada en todas las fases del marketing. Por un lado, Monzón imagina “un futuro del marketing donde la IA estará profundamente integrada en todas las fases del proceso, desde la investigación y planificación hasta la ejecución y análisis de resultados”; mientras Maselli anticipa un mundo en el que “el mensaje genérico definitivamente no tendrá más vida y lo extremadamente targeteado será el futuro”, a lo que añadió: “Los mayores cambios incluirán una automatización aún mayor de tareas rutinarias y la posibilidad de crear experiencias de usuario hiperpersonalizadas”.
Aunque promete una mayor precisión y personalización, este panorama también plantea algunas interrogantes sobre el rol del trabajo humano en un mundo dominado por la IA, por lo que Monzón considera que ésta debería verse como “una herramienta complementaria más que como un reemplazo”, permitiendo a los profesionales concentrarse en aspectos más estratégicos y creativos.
“A pesar de que las IAs están avanzando de forma muy rápida, aún no es el momento para dejar en sus manos tareas más estratégicas”, advierte Monzón, sugiriendo que el uso de la IA debe estar limitado por ahora a tareas operativas.
Maselli enfatizó que “la IA va a sustituir el trabajo humano”, especialmente en tareas repetitivas. “Muchas tareas sin ningún tipo de valor agregado seguramente pierdan lugar”, dijo, aunque destacó que la IA no es una solución mágica, sino una herramienta que, bien utilizada, puede potenciar el valor humano: “Usar este nuevo cerebro no tiene por qué significar dejar de usar el que ya teníamos”.
La inteligencia artificial está redefiniendo el mundo de la publicidad, desde la personalización de campañas hasta la automatización de procesos creativos. No obstante, el desafío tanto para marcas como para agencias será encontrar un equilibrio entre la eficiencia y la necesidad de mantener un enfoque humano y ético en sus estrategias.