Durante la función privada de la película Puente en llamas, organizada por FilmSuez, Silvina Nesi, gerente de Marketing de Time Group, compartió los beneficios que ha representado para la empresa pautar publicidad en las salas de cine.
Desde hace más de 15 años, Time Group, representante en Argentina de las reconocidas marcas de relojes Seiko, Mido y Orient, apuesta al cine como un canal clave dentro de su mix de comunicación, una elección que ha demostrado ser más que acertada.
En un ecosistema publicitario cada vez más saturado por lo digital, el cine ofrece un diferencial en atención, recordación y posicionamiento. “La experiencia ha sido altamente positiva”, afirma Silvina Nesi, gerente de marketing de Time Group.
Si bien los estudios post campaña confirman altos niveles de recordación, el verdadero valor del cine para la compañía está en su capacidad para conectar emocionalmente con el público y reflejar atributos esenciales del mundo de la relojería: precisión, diseño e innovación.
Un medio que trasciende la pantalla
A diferencia de la mayoría de los entornos digitales, en los que la atención está fragmentada y la publicidad compite con múltiples estímulos simultáneos, el cine ofrece un espacio de concentración plena. El espectador, inmerso en una experiencia sensorial envolvente, se encuentra en un contexto receptivo, ideal para generar impacto y construir marca desde lo emocional.
“El cine garantiza una atención plena y sin distracciones. Nos permite presentar nuestros relojes en un entorno aspiracional, con gran poder de recordación”, explica Nesi. Este diferencial convierte a las salas en un territorio fértil para marcas premium que buscan visibilidad y resonancia.
Curaduría de contenidos, una ventaja estratégica
Time Group ha sabido aprovechar una de las principales fortalezas del medio: la posibilidad de asociarse con películas y funciones alineadas con su público objetivo. Esta curaduría de contenidos permite llegar de forma más precisa a distintos perfiles de consumidores, desde aquellos que priorizan el diseño y el estilo, hasta quienes valoran el rendimiento técnico o el legado de una marca.
“Podemos elegir películas que dialoguen con el ADN de cada marca. Así, generamos un vínculo emocional más profundo con las audiencias, reforzando los atributos que cada una representa”, señala Nesi. Esta capacidad de segmentación cualitativa convierte al cine en un espacio más estratégico que masivo, y por eso más valioso para marcas con posicionamientos definidos.
El poder del entorno premium
Otro de los pilares del cine como medio publicitario, según Nesi, es el contexto simbólico que lo rodea. Ir al cine sigue siendo una actividad compartida y valorada. No es solo una pantalla gigante o un sistema de sonido envolvente: es una experiencia en sí misma.
“Publicitar en cine nos posiciona en un plano de prestigio y refinamiento que dialoga muy bien con el universo de la relojería”, afirma. La calidad técnica del entorno, sumada a su carga emocional y social, potencia la construcción de una imagen de marca sólida, deseable y duradera.
Complemento perfecto para lo digital
Si bien Time Group no deja de invertir en entornos digitales, considera que el cine cumple una función complementaria clave: aporta profundidad emocional, contexto y recordación en un mundo donde la publicidad suele diluirse en el “scroll” infinito.
En palabras de Nesi, “en un entorno saturado de impactos digitales, la pauta en cine nos permite destacar, con baja competencia y una presencia que no se diluye, sino que se recuerda”. Esta combinación de baja saturación y alto impacto emocional posiciona al cine como un aliado estratégico en la construcción de marcas premium.