Mayra Alcántara, Directora de Comunicación & Publicidad para México & Centroamérica en Warner Bros. Discovery, nos cuenta por qué considera que esta icónica serie de los años 90 es una buena oportunidad para aprender sobre la construcción de marca personal, las relaciones públicas y la forma en que las marcas pueden promover el empoderamiento femenino.
Si en algún momento viste la icónica serie de los años 90 Sex and the city sabrás que aborda el tema de las relaciones románticas, la amistad y por supuesto el sexo. Pero ¿sabías que detrás de estos episodios también hay unas cuantas lecciones de marketing?
Mayra Alcántara, Directora de Comunicación & Publicidad para México & Centroamérica en Warner Bros. Discovery, nos comparte su perspectiva al respecto.
-¿Cuéntanos qué fue lo que más te gustó de la serie y por qué?
La trama de “Sex and the City” sigue las vidas de Carrie Bradshaw, Samantha Jones, Charlotte York y Miranda Hobbes, cuatro mujeres que navegan por el complejo panorama de las relaciones amorosas y la vida profesional en la ciudad de Nueva York. A lo largo de seis temporadas y dos películas, la serie exploró una amplia gama de temas, desde el empoderamiento femenino hasta la búsqueda del amor verdadero.
Lo que más me gusta de “Sex and the City” es cómo presenta a sus personajes femeninos como mujeres multifacéticas y empoderadas, en una década en la que pocas veces se hablaba de estos temas y hasta su evolución en “And Just Like That”. Cada una de ellas, encarna diferentes aspectos del empoderamiento femenino: desde la independencia financiera hasta la libertad sexual y la capacidad de tomar decisiones propias.
Samantha Jones, en particular, encarna una actitud audaz y una independencia en todas las áreas de su vida, incluida su carrera en relaciones públicas y marketing. Su confianza innegable y su determinación para desafiar las normas sociales son inspiradoras y divertidas de ver.
– ¿Qué enseñanzas crees que deja esta serie sobre el mundo del marketing/publicidad?
“Sex and the City” ofrece una mirada reveladora al mundo de la publicidad a través del personaje de Carrie Bradshaw, quien escribe sobre sexo y relaciones para una columna en un periódico de Nueva York. Hace también un guiño al mundo de los eventos, las alfombras rojas, el mundo fancy de la publicidad, el marketing y juega muy bien con la dualidad de la fantasía y la realidad.
Cada uno de los personajes principales en “Sex and the City” tiene un estilo de vida único y una personalidad distintiva, lo que los convierte en marcas personales en sí mismos.
Igualmente, con Samantha Jones, la serie ofrece una mirada reveladora al mundo de la publicidad y las relaciones públicas. Samantha trabaja en un campo altamente competitivo, liderado por hombres y estereotipos machistas en su mayoría, donde su ingenio y su habilidad para construir y mantener relaciones son fundamentales para su éxito. La serie muestra cómo la publicidad puede ser una herramienta poderosa para desafiar las normas de género y promover la autonomía femenina.
Además, la serie fue conocida por su uso extensivo de product placement, donde marcas de moda, cosméticos y otros productos se integraban de manera orgánica en la trama. Este tipo de marketing permitía que las marcas se asocien con el estilo de vida glamoroso y sofisticado de los personajes principales, alcanzando así a un público deseable y creando una conexión emocional con los espectadores.
-¿Cómo crees que se puede aplicar este aprendizaje a una marca o negocio?
Las lecciones de “Sex and the City” en relación con la publicidad y al marketing, pueden ser aplicadas para reconocer y celebrar la diversidad y la autonomía de las mujeres.
Al adoptar una perspectiva inclusiva y equitativa en sus mensajes publicitarios, las marcas pueden reflejar y promover valores de empoderamiento femenino. Esto incluye la representación de mujeres en roles diversos y complejos en sus campañas, así como el apoyo a iniciativas que promuevan la igualdad de género en la sociedad en general.
También, hay que tener en cuenta que “Sex and the City” tuvo un profundo conocimiento de su audiencia objetivo: mujeres urbanas modernas con ingresos disponibles y una afinidad por la moda, la cultura pop y el estilo de vida cosmopolita. Esta comprensión de la audiencia permitió a los creadores de la serie desarrollar historias y personajes que resonaron con su base de fans, lo que resultó en un marketing efectivo y en una conexión duradera con los espectadores.
“Sex and the City” no fue sólo una serie de televisión, sino que se convirtió en un fenómeno cultural que desafió las normas sociales y abrió el camino para una representación más honesta y auténtica de la experiencia femenina en los medios de comunicación. Su legado perdura hasta el día de hoy, inspirando conversaciones y reflexiones sobre el amor, la amistad y la vida en la gran ciudad.
Actualmente la serie está disponible en diferentes plataformas, entre ellas Netflix.