La nueva disyuntiva con la que se encuentra cualquier ciudadano de una gran urbe después de una ardua jornada de trabajo, algunos zooms y con la heladera vacía es: ¿cuánto tarda en llegar a mi casa el delivery de pizza o sushi?
Cuando apenas unos años atrás usábamos imanes para pedir comida con una variedad muy acotada y centralizada en pizza o hamburguesas, con las nuevas apps, los usuarios pudieron empezar a escoger qué querían comer con opciones más o menos gourmet según el presupuesto y el apetito del momento.
Pero con la gran competencia y el modo de vida actual acelerado, en donde ya no se planifican tan de antemano las compras, el nuevo paradigma que se impone no es qué comer o qué comprar, sino en cuánto tiempo lo tengo en mi domicilio.
En un reciente sondeo que realizaron desde Treggo, plataforma tecnológica de logística de última milla, respecto a los tiempos logísticos, los resultados fueron rotundos: el 63% de las personas prefierenque sus compras se envíen el mismo día. No obstante, el 46% de los encuestados prefieren esperar más días la llegada de un producto si esto implica pagar más por un envío de tipo express.
“Las consultas también arrojaron que un 20% pagaría hasta $300 pesos más por recibir su compra en el transcurso de 24 horas. Además, los usuarios indicaron que normalmente las compras tardan en llegar a sus manos en un promedio de entre 2 a 4 días”, comenta Matías Lonardi, CEO de Treggo.
Pero, ¿qué es el Quick-Commerce o comercio rápido?
En la actualidad, la media de tiempo de entrega es de 3 a 5 días hábiles para la mayoría de los operadores logísticos en América Latina. Pero con cada vez más jugadores en el ecosistema digital; incluyendo a los vendedores, compradores online y empresas de logística, el sector va evolucionando para ser cada vez más eficiente y atractivo, y en eso el tiempo de entrega es un factor fundamental a la hora de tomar una decisión de compra.
El Quick Commerce o Q-Commerce se refiere a aquellas empresas, generalmente de productos de conveniencia o de consumo masivo inmediato, que realizan entregas a domicilio de forma casi inmediata. Además, se gestionan íntegramente por Internet para ofrecer un servicio local.
Por lo general, se basan en el modelo de entrega de productos de cercanía, siendo los alimentos las grandes estrellas. Hoy en día, a nadie le llama la atención pedir comida por teléfono o una app, y recibirla en menos de una hora. Entonces, si se puede hacer con comida, ¿por qué no exportar esta idea al resto de productos o servicios?
Con la implementación del Q-Commerce se reducen los tiempos de entrega radicalmente, para que sean en el mismo día o incluso en cuestión de horas o minutos luego de la compra.
No se trata de un capricho de los consumidores, sino que es una de las mayores motivaciones de compra por parte de los usuarios. A la hora de decidirse por un producto o vendedor, saber con exactitud cuándo llegará el producto termina siendo un elemento clave en la decisión final de compra. Los consumidores hoy eligen y comparan como nunca antes, y donde el foco antes estaba en el producto o vendedor, hoy está puesto en la promesa de entrega.
“En Europa, sin ir más lejos, varias compañías ya están implementando envíos de no más de 10 minutos. Los productos alimenticios son los grandes protagonistas, estas entregas super rápidas son posibles ya que las empresas cuentan con dark stores, que son almacenes, centros de distribución o lo que podríamos llamar “supermercados oscuros” que atienden exclusivamente a las compras en línea, y en donde solo acceden los repartidores para retirar los productos y llevarlos cuanto antes al cliente”, agrega Lonardi.
Lo que pretende el quick commerce es complementar al supermercado local, a la farmacia o al comercio de conveniencia, para que cuando se necesite una serie de productos en particular, poder asegurar que lleguen de forma rápida y eficiente a su destino. Optimiza mucho más a los comercios de cercanía.
Productos de nicho o de necesidad urgente
El Q-Commerce abre la ventana a otro tipo de productos de demanda de último momento como pueden ser categorías como pañales, shampoo, productos de higiene femenina, preservativos, huevos, o incluso productos de farmacia como analgésicos. También surgen rubros de nicho como pueden ser envíos de bouquet de flores, bombones, picadas o vinos, a la hora de hacer un regalo, mimo o atención más espontáneamente.
“A quién no le ha pasado de tener un dolor de cabeza punzante y no tener a mano un ibuprofeno o paracetamol, y quizás no cuenta con el tiempo o las ganas de dirigirse hasta la farmacia. Otro clásico es querer hacer una receta y que nos falten algunos ingredientes, y desistimos ya que no tenemos ganas de ir al supermercado, que siempre implica hacer colas y esperar. El quick commerce viene a dar respuesta y solución inmediata a todas estas alternativas a través de la logística”, finaliza el ejecutivo de Treggo.