Verónica Rosales, directora de Comunicaciones y Asuntos Públicos y líder de Sustentabilidad de Nestlé para Argentina, Uruguay y Paraguay, explica cómo la empresa integra la sustentabilidad en cada etapa de su cadena de valor.
En un contexto en el que los consumidores demandan cada vez más transparencia, compromiso ambiental y responsabilidad social, Nestlé redobla su apuesta por una sustentabilidad integral que atraviesa todas sus áreas de trabajo. Así lo afirma Verónica Rosales, directora de Comunicaciones y Asuntos Públicos y líder de Sustentabilidad de Nestlé para Argentina, Uruguay y Paraguay, quien detalla cómo la empresa ha transformado su manera de producir, comunicar y vincularse con sus públicos.
“La sustentabilidad es un pilar central de nuestra estrategia”, afirma Rosales. “Nos aseguramos de que nuestros esfuerzos de comunicación estén alineados con nuestros valores y compromisos ambientales y sociales”.
Esta visión se traduce en una narrativa que pone en valor tanto la historia y propósito de cada una de sus marcas, como las acciones concretas detrás de cada producto. Según la ejecutiva, la coherencia entre lo que se comunica y lo que se hace es clave: “Trabajamos para que nuestros mensajes sean auténticos y estén respaldados por acciones concretas en todos los puntos de contacto con el consumidor”.
Esta coherencia también se refleja en los envases, que hoy no solo informan sobre los ingredientes o valores nutricionales, sino también sobre cómo fue producido cada alimento, sumando una capa de transparencia que los consumidores valoran cada vez más.
Compromisos sustentables
En este camino, en 2020 la compañía asumió dos grandes compromisos globales: alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050 y garantizar que para este año más del 95% de sus envases plásticos estén diseñados para ser reciclables. “Si bien estos compromisos son globales, cada mercado tiene la responsabilidad de generar proyectos locales que colaboren con estos objetivos”, subraya.
En Argentina, por ejemplo, todas las fábricas y centros de distribución de Nestlé funcionan con energía eléctrica 100% renovable y operan sin enviar residuos a relleno sanitario. Además, se está migrando hacia una logística más limpia, con vehículos a GNC o eléctricos y optimización de rutas para reducir la huella de carbono.
El rediseño de los envases es otro de los pilares de su estrategia de packaging sostenible. “Estamos trabajando para reducir el uso de plásticos vírgenes y apoyar la infraestructura local de reciclaje”, cuenta Rosales. Un avance concreto es la incorporación de un 30% de rPET (resina reciclada) en sus botellas de agua, además de la revalidación de la neutralidad plástica, es decir, recolectar y reciclar el equivalente a la cantidad de plástico que Nestlé pone en el mercado.
Productos más sostenibles
La reformulación del portafolio de productos también apunta a reducir el impacto ambiental. En ese sentido, Rosales destaca el impulso a prácticas de agricultura regenerativa entre los productores de leche con los que trabajan, y celebra un hito: “Logramos desarrollar, junto a un grupo de tamberos, la primera leche con certificación orgánica del país, que hoy comercializamos bajo las marcas NIDO® y SVELTY®”.
“Hoy los consumidores están más informados y buscan marcas con valores. Pero aún existe una brecha en cuanto al conocimiento sobre cómo adoptar hábitos más sostenibles”, menciona.
Para cerrar esa brecha, desde Nestlé se impulsan campañas informativas y actividades de concientización como talleres de reciclaje, compostaje y cuidado del agua en eventos masivos como la Expo Rural.
Además, las marcas NESCAFÉ®, Nespresso® y Purina® llevan adelante programas específicos para fomentar el reciclaje post consumo. “Queremos facilitar el proceso, mostrar cómo hacerlo y que el consumidor se sienta parte de esta transformación”, explica.
Los desafíos
Uno de los principales desafíos, según Rosales, fue integrar la sustentabilidad de forma transversal dentro de la organización. Para eso, se desarrollaron herramientas como la Academia de Sustentabilidad, un espacio virtual de formación continua que se complementa con módulos especiales incluidos en el onboarding de nuevos colaboradores.
Además de la cultura interna, otro gran reto es la articulación con toda la cadena de valor. “Desde quienes producen la materia prima hasta los consumidores, pasando por distribuidores, clientes, el sector público y las ONGs, todos formamos parte y debemos trabajar en conjunto”, afirma. En ese marco, la empresa se apoya en alianzas estratégicas como la Red de Economía Circular del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, CEMPRE y Latitud R.
Para Rosales, “Hoy más que nunca debemos generar valor no solo ofreciendo productos de calidad, sino también cuidando el medioambiente y promoviendo prácticas responsables a lo largo de toda la cadena”. Y concluye con una mirada esperanzadora: “Nestlé tiene el tamaño, la escala y el alcance para inspirar a otros. Queremos ser parte activa de la solución y dejar un legado positivo para las próximas generaciones”.