La serie ofrece una mirada fascinante y cruda al mundo del marketing y la publicidad en la década de 1960, de la que se extraen varias reflexiones que aún hoy en día siguen siendo relevantes.
Con el objetivo de compartir con nuestra audiencia contenido lúdico pero a la vez relevante, en esta oportunidad Santiago Cortés, Head of Sales en Samsung Ads México, nos comparte su visión sobre lo que representa para muchos una serie icónica del mundo de la publicidad: Mad Men.
¿Cuéntanos de qué se trata “Mad Men”, qué fue lo que más te gustó y por qué?
La serie cuenta la historia de Don Draper, un creativo en una agencia de publicidad de los años 60s en Nueva York. Increíblemente talentoso y carismático, es conocido por su habilidad para crear campañas publicitarias innovadoras y persuasivas que capturan la atención de los consumidores y generan resultados para sus clientes.
Me gusta mucho porque señala la importancia del contexto histórico de Estados Unidos y su impacto en la publicidad, y además muestra la anatomía de una agencia de publicidad pasando por cuentas, creatividad, etc. Nuestro protagonista, más allá de ser un personaje excéntrico, es un maestro en el manejo de las emociones para construir mensajes y campañas. Su camino, su vida, determinan una carga muy específica en cada proyecto que tienen en la agencia. Gracias a esto, logra construir puentes emocionales con productos y servicios, donde parecería imposible hacer algo más que un hard sell.
Además del protagonista, el resto de los personajes principales de la agencia Sterling Cooper están constantemente ideando campañas creativas para sus clientes, y la capacidad de generar ideas originales y emocionantes se presenta como un activo invaluable en el mundo del marketing.
¿Qué enseñanzas crees que deja esta serie sobre el mundo del marketing/publicidad?
Mad Men es una historia en un mundo post guerra donde la evolución de la comunicación ha llegado al nivel emocional. Los mensajes “hardselleros” se vuelven completamente obsoletos y el reto de conectar a un nivel emocional con el mercado es la prioridad. Esto es muy importante hoy en día porque sabemos que las emociones están por encima de la razón y gran parte de lo que consumimos está atado a nuestras emociones y a cómo queremos que el mundo nos vea.
La serie explora cómo los anuncios apelan a las aspiraciones y miedos de la audiencia, lo que resalta la importancia de comprender la psicología del consumidor en el marketing.
El protagonista es auténtico en su historia y en sus acciones, y desde esa “humanidad” puede crear mensajes y campañas que marcan una diferencia.
¿Cómo se puede aplicar ese aprendizaje a una marca o negocio?
Esta es una lección muy relevante: en un mundo donde tenemos opciones ilimitadas y nada es lo que parece, ser auténticos es el camino más directo para poder conectar con alguien. Sólo las marcas y negocios auténticos en su misión, visión, valores, producto e imagen son capaces de conectar a nivel emocional con un mercado tan educado y lleno de opciones como el de hoy. Desde el punto de vista de la publicidad el mensaje y sobre todo el medio se han vuelto vehículos clave para comunicar esos valores y “driblar” la prisión de la razón para encontrar la luz de lo emocional.
La serie también plantea cuestiones éticas relacionadas con la publicidad, como la manipulación de la verdad, la explotación de los miedos y deseos de los consumidores, y el impacto negativo de ciertos productos en la sociedad. Estos dilemas éticos son relevantes para los profesionales del marketing en la actualidad.
Las marcas y anunciantes deben humanizar su data, ser congruentes y conectar con sus mensajes, siempre siendo auténticos.