El universo fintech, tan grande, ofrece a los usuarios la ventaja de caber en la palma de una mano y brindar múltiples funcionalidades. A continuación, compartimos una columna de opinión de Daniel Junowicz, Regional Manager Spanish Latam en AppsFlyer, que realiza un certero análisis del “boom fintech”.
Las aplicaciones móviles están transformando radicalmente la forma en que las personas interactúan con las instituciones financieras. Esta transformación, acelerada por la pandemia de COVID-19, convirtió al teléfono móvil en el canal clave de toma de decisiones financieras de los clientes.
Al limitarse las interacciones cara a cara, las apps de pago surgieron como el método ideal para realizar transacciones sin contacto, expandiendo aún más su penetración. La pandemia también incrementó el autoservicio bancario en el móvil, desde el momento que las sucursales debieron cerrar sus puertas. Y también nacieron, como nunca antes, fintechs y bancos digitales con una única ventanilla: la pantalla del smartphone.
Según la consultora App Annie, en 2020 las aplicaciones de finanzas se descargaron 4.600 millones de veces a nivel global, un crecimiento de más del 15% en comparación al año anterior. Una tendencia observada especialmente en regiones en desarrollo como América Latina, donde existe un alto porcentaje de personas no bancarizadas.
Un dato muy interesante: sólo entre mayo y octubre del año 2020, más de 40 millones de personas en América Latina crearon cuentas en algún tipo de institución financiera. En Brasil, la población no bancarizada se redujo en un 73%, mientras que Argentina lo hizo en un 18% y Colombia en un 8%.
No es de extrañar entonces que nuestra región cuente con 3 de los 15 mercados de aplicaciones móviles de finanzas más grandes del mundo: Brasil (#2), seguido por México (#7) y Colombia (#15).
Si hasta no hace mucho tiempo atrás este ecosistema de aplicaciones se apoyaba significativamente en la experiencia del usuario y en el boca a boca para hacer crecer su base de usuarios, la enorme competencia actual cambió completamente el panorama. Hoy, al menos el 40% de las nuevas instalaciones son el resultado de alguna acción de marketing.
El dato, que surge de Fintech App Marketing Insights: LATAM Edición 2021, un reciente estudio que realizamos, refleja la intensa competencia del mercado latinoamericano. Una puja por nuevos usuarios que está llevando a las apps de la vertical a invertir fuertemente en pauta digital.
De hecho, otro dato muy sugerente del reporte es que el aumento de la demanda de aplicaciones financieras hizo que el costo por instalación (CPI) aumentara un 35% en nuestra región desde el segundo trimestre de 2020. El aumento de los costos de los medios trajo, como consecuencia, el incremento del gasto.
Otro hallazgo del informe que me llamó la atención, es que la mayoría de los usuarios completan el registro el mismo día de la instalación. Esto demuestra que quienes instalan estas aplicaciones tienen una fuerte intención de realizar alguna actividad financiera, y por eso completan el registro rápidamente a pesar de que suele ser un proceso relativamente largo. También sugiere que la experiencia del usuario es positiva, lo que permite a los consumidores completar el proceso sin abandonar la app.
A su vez, los desarrolladores de apps realizaron importantes mejoras en las soluciones antifraude, lo que llevó a un impresionante descenso del 65% en las tasas de fraude entre 2020 y 2021.
En definitiva, el segmento Fintech en América Latina hoy cuenta con una oferta más sofisticada y ofrece más opciones de elección a las personas, quienes indudablemente son las protagonistas de esta revolución financiera que está sucediendo independientemente de la clase social de los usuarios o de sus hábitos bancarios anteriores.