Para las empresas del sector tecnológico, en plena expansión, existe faltante de profesionales que acompañen el vertiginoso crecimiento y con ello, la demanda de más y nuevos profesionales. Las experiencias educativas in company son una alternativa para achicar la brecha entre la demanda de conocimientos que produce la industria y la oferta formativa existente. A continuación, detalles sobre dos casos de éxito.
La industria del software y los servicios informáticos se destacan por su crecimiento sostenido en la Argentina desde hace al menos una década, un fenómeno que potenció la pandemia.
Según informes oficiales y de la Cámara Argentina del Software (Cessi), el sector generó en los últimos diez años más de 40 mil millones de dólares entre ventas internas y externas, con una sorprendente tasa anual acumulativa positiva aún en contextos de crisis internacional como la del 2009 y la actual pandemia que agravó una recesión económica profunda.
Esta expansión también se reflejó en el empleo. De acuerdo a Cessi, de los casi 70 mil trabajadores en el sector software y servicios informáticos que había en el 2009 se llegó a los 118,2 mil trabajadores registrados en el 2020. Un despacho de la agencia oficial Télam sostiene que los trabajos formales creados hasta el 2021 alcanzarían el récord histórico de 124 mil.
Sin embargo, esa creación de empleo no ha sido suficiente para satisfacer las necesidades de puestos que tienen las empresas.
Para Randstad, consultora global en servicios para Recursos Humanos, el sector tech argentino padece de escasez de profesionales, algo que confirman los datos de la Cámara del software, que informó que existen 15 mil puestos sin cubrir en todas las industrias, de los cuales entre 5 y 10 mil corresponden a compañías del sector IT.
El informe de Randstad también señala como una de las causas del problema que el avance tecnológico pone permanentemente en jaque a los sistemas formales de enseñanza y aprendizaje, algo que se agrava con una “cada vez más corta vida útil de las habilidades que el mercado de tecnología demanda”.
Esa brecha entre la demanda de conocimientos que produce la industria y la oferta formativa existente intenta ser parcialmente cubierta por las empresas del sector mediante programas de capacitación interna, que además de ser un método propio de reclutamiento y selección de talentos apuntan a potenciar un círculo virtuoso de experiencias que le sirvan al ecosistema en general.
Un ejemplo de estas iniciativas es el “Junior Talent Program” (JTP) que puso en marcha la agencia de digital commerce Summa Solutions, con el objetivo de entrenar a estudiantes del campo de la tecnología a fin de brindarles herramientas y una experiencia de trabajo real a jóvenes profesionales que están en plena inserción laboral.
“La iniciativa tiene un doble objetivo: por un lado, cubrir una necesidad del negocio ante la falta de talento calificado. En un contexto de crecimiento, y en una industria de pleno empleo, nos es muy difícil cubrir todas las necesidades de incorporación de personal calificado. Por ese motivo, ideamos este programa, para poder llegar a las personas que tienen el potencial, pero no la experiencia, y realizamos juntos nuestros primeros pasos. Ese es el segundo objetivo del programa, poder brindar oportunidades de aprendizaje e inserción laboral a aquellos que aún no tienen la experiencia profesional”, explica Paola Tabacman, HR Manager – Argentina & LATAM de Summa Solutions.
El programa consiste en cinco semanas de capacitación in company, donde la empresa busca que los participantes tengan una total inmersión en un contexto real de trabajo.
“La idea es que allí aprendan, entre otras cosas, los principales aspectos técnicos y funcionales de una plataforma de ecommerce, que incorporen el uso de metodologías ágiles y que tengan una inducción general al mundo corporativo y del trabajo, con un seguimiento personalizado del equipo de mentores y del equipo de capital humano de nuestra firma”, suma Tabacman.
Nacida en 2008 como una startup de desarrollo de software orientada al mercado norteamericano, el crecimiento de Summa fue constante y hoy su plantilla asciende a 170 personas. Ese equipo le da músculo a una compañía con operaciones en al menos 18 países, entre los que se encuentran Estados Unidos y Canadá.
El “Junior Talent Program” es, precisamente, 100% virtual y remoto, lo que le permite a la empresa llevarlo adelante sin limitaciones geográficas.
Durante su desarrollo, se dan charlas técnicas, lectura de material complementario y desarrollo de ejercicios, individuales y en equipo.
El programa se complementa luego con la solución de tareas reales, en proyectos existentes y supervisados por el resto del equipo técnico.
En la última edición egresaron ocho profesionales como desarrolladores VTEX. Un dato clave es que, desde el día uno del programa, todos los participantes son empleados de Summa.
“De esta manera, una vez terminada la etapa formativa, continúan trabajando con su equipo de trabajo y aprendiendo como colaboradores de los diferentes proyectos”, agrega Tabacman.
Patricio Toribio, de 30 años, contó su experiencia como alumno del programa: “Sin dudas es una enorme experiencia, que me está dando muchas herramientas y la confianza de ser capaz de aportar profesionalmente como programador. Summa Solutions apoya mucho el talento joven y eso se notó desde el primer día. La gente Summa (los summitas) ha sido fantástica; el respeto, compañerismo y buen ambiente son valores que se ven en cada persona, cada área, no importa el rol, la experiencia o la jerarquía”.
El de Patricio no es el único testimonio que valora la predisposición de los colaboradores de Summa Solutions para ayudar a los jóvenes que se suman a la capacitación.
“Todos los mentores del programa nos acompañaron mucho y desde otras áreas, como Recursos Humanos, también nos estuvieron a disposición, respondiendo consultas o dando información”, dijo María Emilia Guadalupe, una estudiante de Ciencias de la Comunicación interesada en la programación, que también formó parte del programa.
Por su parte, Rodrigo Acuña, de 35, abandonó su profesión de hotelero en la prepandemia y salió como Frontend Developer del programa. “Formar parte de la experiencia del JTP fue un antes y un después en mi vida. No es lo mismo estudiar y trabajar en un rubro distinto, que estar todos los días ocho horas aprendiendo y trabajando al mismo tiempo. El crecimiento se volvió exponencial en mi caso”.
Brandlive y sus Prácticas Profesionalizantes
“Programa de Prácticas profesionalizantes”. Ese es el nombre interno con el que Brandlive, compañía argentina especializada en digital commerce, denominó a su programa de Prácticas Profesionalizantes, al que consideran “una oportunidad para emplear en un futuro a trabajadores que tengan internalizados los valores de la empresa”, según explicó Santiago d’ André, coordinador de Consultoría de la compañía.
La capacitación tiene como marco el programa de Prácticas Formativas que impulsa el Consejo Provincial de Educación y Trabajo (Copret) de la provincia de Buenos Aires. La idea de la iniciativa es que participen estudiantes de entre 16 y 18 años en establecimientos productivos o del sector de servicios (públicos o privados), para favorecer su formación e inserción al mundo del trabajo.
El colegio elegido para el programa que Brandlive realizó entre agosto y octubre pasado fue la Escuela Técnica Roberto Rocca, ubicada en la industrial localidad de Campana, provincia de Buenos Aires.
A lo largo de tres meses, de lunes a viernes y durante cuatro horas cada día, nueve chicos de esa institución hicieron prácticas formativas en el área de plataformas de la empresa, con la idea de que pudieran desenvolverse en un ámbito de trabajo vinculado a su futuro ejercicio profesional.
“Era la primera vez que Brandlive participaba de las prácticas con un colegio secundario y fueron 9 personas con las que se trabajó en 1 semana de capacitación y luego 11 semanas de trabajo. De la iniciativa participaron, una persona para el sector de Compras, 2 para Desarrollo y Programación y 6 personas como asistentes de PM. Todas ellas pasaron por un proceso de entrevistas como cualquier candidato pasa en el proceso de Talent.
Lo más lindo fue sentir que a las 2 semanas de estar formando parte de los equipos ya participaban de las reuniones con clientes y estaban totalmente internalizados con los procesos y sobre todo nuestra manera de trabajar colaborativa y en grupos consolidados.
Nuestra idea es realizar estas pasantías todos los años con diferentes colegios y en otras áreas como Logística, Mejora continua, Administración, Digital Commerce Growth o cualquier área de la compañía”, detallaron desde Brandlive.
El objetivo principal del programa de prácticas profesionalizantes al que se sumó Brandlive es acercar al estudiante a las actividades del perfil profesional de la especialidad que estudia. “Durante la práctica los y las estudiantes deben aplicar sus conocimientos y habilidades a problemáticas reales, lo que les permite ampliar y contextualizar sus conocimientos técnicos y mejorar sus habilidades, consolidando así sus capacidades profesionales”, amplió D’André.
D’André destacó que la experiencia con los alumnos es recíprocamente enriquecedora, ya que mientras la compañía vuelca su experiencia de campo para su formación, “los estudiantes traen consigo un importante capital de conocimiento adquirido en la formación técnica y académica”.
“Estamos muy contentos con el entusiasmo y compromiso de los chicos que participaron del programa. Es evidente cómo el proceso los acompaña y los ayuda a obtener mejores resultados en los distintos proyectos que se proponen”, destacó D’André.
Brandlive emplea a 210 personas sólo en la Argentina y tiene operaciones en Colombia, Brasil, Chile y Perú.
“El trabajo en equipo, un valor per se de la cultura de Brandlive, se enriquece en el encuentro entre los alumnos y la compañía con el plus, tanto para ellos como para nosotros, de que nuestra plantilla es multidisciplinaria, diversa y regional, lo que los prepara para trabajar en compañías de alto impacto a nivel global”, destacó D’André.
“Fue una experiencia muy positiva y que me ayudó mucho tanto profesional como personalmente. Aprendí muchas cosas: cómo se trabaja en una empresa, cómo se organiza un proyecto; los chicos de Brandlive me enseñaron muchas cosas de programación que también me fueron muy útiles. La verdad que todo lo que aprendí me suma un montón para próximas experiencias”, dijo Tomás Serra, quien con 18 años fue uno de los alumnos de la Técnica Roberto Rocca que participó del programa.
Tomás afirmó: “Esta experiencia me va a ayudar mucho en cuanto a próximas experiencias laborales, ya que ahora estoy más preparado para el ámbito laboral. Además, como voy a estudiar ingeniería informática, todos los conocimientos de programación adquiridos me van a ser muy útiles”.
“La verdad que todo el equipo, tanto los chicos de mi célula como todos los demás de la empresa, siempre fueron muy buena onda y estuvieron dispuestos a ayudar y enseñar todo el tiempo. Eso se valora un montón, ya que en muchas otras pasantías de nuestros compañeros vimos que esto no siempre sucedía”, concluyó.