En 1951, en la ciudad de Arroyito, provincia de Córdoba; nació un sueño que hoy sigue más vigente que nunca. Se trata de Arcor, empresa que se ha convertido en referencia de la industria alimenticia de Argentina y del mundo.
Arcor hoy es sinónimo de éxito, productividad, progreso y calidad, pero sobre todo de futuro; porque es hacia allá donde mira una marca que tiene muy claro de dónde viene, pero sobre todo hacia dónde va.
Evidenciado por sus innumerables logros, la historia de Arcor ha sido un interesante viaje repleto de numerosas aventuras y experiencias. Aquí te contamos el caso de éxito de la empresa argentina que se destaca alrededor del mundo.
El inicio del viaje: una panadería
Quizás cuando un grupo de jóvenes emprendedores encabezado por Fulvio Salvador Pagani decidió ir tras su sueño, nunca imaginó que llegaría tan lejos. Pero fue justamente eso, mantenerlo vivo, lo que lo hizo posible.
Visionario e intuitivo, Fulvio era hijo de Amos Pagani, un inmigrante italiano que llegó a la Argentina en 1924. Tras radicarse en Arroyito, con mucho esfuerzo y el apoyo de su familia instaló una panadería, oficio que aprendió en su país natal.
Unos cuantos años después, se diversifica el negocio y se propone la idea de construir una planta de producción de caramelos de leche. El objetivo era generar volumen de producción para reducir los costos e incrementar la competitividad.
Fue así como el 5 de julio de 1951, se inauguró la primera fábrica de caramelos en Arroyito, que representó el inicio de lo que hoy en día es Arcor. Poco a poco el sueño se hizo cada vez más grande, y se transformó en un grupo industrial, a través del desarrollo de distintas actividades para autoabastecerse de insumos estratégicos.
Una empresa multiproducto
Gracias a la visión de sus fundadores y al arduo trabajo de un gran equipo, pasaron los años y Arcor tuvo un crecimiento sostenido. A principios de la década de 1970 empezó su expansión hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; y pronto incursionó en nuevos mercados, desarrollando productos que permitieron seguir con su diversificación.
De aquella primera fábrica de caramelos; pasaron a los negocios de chocolates, galletas y alimentos. Pero había que ir más allá. Por eso, se diseñó un modelo de distribución minorista que fue evolucionando y creciendo junto con la compañía.
Se trata de un sistema que hoy es considerado de clase mundial, y que le permitió alcanzar la máxima cobertura nacional, tanto así que está siendo replicado en los países de la región.
Luego de esta etapa, Arcor inició un importante proceso de transición que lo llevó a convertirse en un grupo industrial con vocación internacional. ¿La principal muestra de ello? El inicio de su actividad exportadora, con la que comenzó a expandirse fuera de su país de origen.
Llega la proyección internacional
Uno de los aspectos que ha caracterizado a Arcor durante toda su trayectoria es la visión de futuro. Desde su creación, fue concebida con la intención de ofrecer productos que pudieran llegar a distintos mercados del mundo.
Esta temprana proyección internacional permitió que Grupo Arcor comenzara a vislumbrar la necesidad de la integración latinoamericana y el potencial desarrollo de un mercado común.
Con una sólida política de exportación, la compañía se ganó un lugar en el grupo de empresas que en la década de los 80 destacaba por su innovación, lo que le permitió avanzar hacia su internacionalización.
Fue así como iniciaron operaciones las oficinas comerciales en Paraguay (1976) y Uruguay (1979). Un año más tarde, en 1980, Arcor inició su expansión productiva con la adquisición de Nechar S.A., una pequeña fábrica de golosinas ubicada en São Paulo, Brasil. Y en 1989, inició su actividad productiva en Chile con la adquisición de Alimentos Indal S.A. Por esos años nació una de sus marcas más icónicas: Bon o Bon, indiscutible emblema de su desarrollo internacional.
Consolidación multinacional
En la década de los 90, Arcor continuó su consolidación como empresa de carácter multinacional, gracias a la inauguración de nuevas oficinas: Estados Unidos (1993), Perú (1996), Colombia (1998), Ecuador (1998) y México (2000).
Basada en la política de reinversión, la empresa fue ampliando su número de unidades productivas con la adquisición y construcción de distintas plantas industriales en Argentina, Brasil, Chile y Perú.
A partir de 1993 bajo la dirección de Luis Pagani, hijo mayor de Fulvio, la empresa logró una importante evolución en las diversas áreas de la compañía; y siguió reforzando su modelo de distribución minorista, al tiempo que fortaleció su programa de exportaciones.
Alianzas y adquisiciones para evolucionar
Desde el año 2000 la expansión internacional fue significativa, con la llegada de la empresa a Europa (España, 2002), y nuevas oficinas en Bolivia (2004) y China (2007). Una de sus grandes fortalezas ha sido la habilidad para establecer alianzas con algunas de las multinacionales alimenticias más importantes del mundo.
En 2005 adquirió la empresa Benvenuto S.A.C.I., líder en productos alimenticios en el mercado argentino como Salsati, La Campagnola, BC y Poncho Negro. También se asoció con el grupo francés Danone; con lo que unificó su negocio de galletas, alfajores y barras de cereal en Argentina, Brasil y Chile, dando origen a Bagley Latinoamérica S.A, una de las mayores empresas de galletas de América del Sur.
A esto le siguieron otras asociaciones estratégicas. En 2007, con Grupo Bimbo, inauguró una planta en Toluca, México, para producir golosinas y chocolates; y en 2010, con Coca-Cola, desarrolló nuevos productos.
En 2015, Grupo Arcor selló un acuerdo histórico con Mastellone Hermanos, líder en la elaboración de productos lácteos;, contando actualmente con 48,6 % de participación. y en 2018, una alianza con Laboratorios Bagó hizo posible el desarrollo de “Simple”, una nueva línea de suplementos dietarios.
En ese mismo año, durante el mes de junio, se realizó un acuerdo con el Grupo Webcor, una de las mayores empresas de distribución de alimentos en Angola, para instalar una planta industrial de golosinas y galletas en dicho país.
Además, Grupo Arcor sigue evolucionando y en 2021 anunció una alianza estratégica con Ingredion que permitió crear un joint venture que potencia las operaciones y procesos de ambas empresas, extendiendo la presencia geográfica y la capacidad comercial en la oferta de ingredientes.
Un Grupo con 3 divisiones de negocio
Arcor demuestra que, al emprender, no hay metas imposibles. Comenzaron elaborando caramelos hace 70 años y hoy llegan a más de 100 países a través de 3 divisiones de negocio: Alimentos de consumo masivo, Agronegocios y Packaging.
La división Agronegocios tuvo como primer objetivo el autoabastecimiento de insumos estratégicos, y así, poder ofrecer a los consumidores la mejor calidad a partir de la integración vertical. Hoy sin embargo, esta misma división, logra agregar valor a los procesos agroindustriales de diversas industrias.
Por su parte, la división Packaging comenzó con el objetivo de generar una integración vertical, agregando valor a los productos del Grupo. Para la década del 80, nace formalmente Cartocor SA y a partir de la adquisición en 2017 de Zucamor, empresa especializada en la elaboración de papel y cartón, es que Cartocor logra destacarse en el presente como una de las empresas de soluciones de Packaging más importante del Cono Sur.
Traspasando fronteras, hoy Cartocor posee una planta en San Francisco de Mostazal, Chile que se creó en 2007 y en 2020 se incorporó la planta de Cartocor ubicada en el Distrito de Lurín, Provincia de Lima, Perú, destinada a la elaboración de cajas de cartón corrugado.
De cara al futuro
Hoy en día, las alianzas siguen siendo parte importante de Arcor, con un claro enfoque en el desarrollo de nuevos negocios, y con la innovación como herramienta clave para los años que están por venir.
En sus tres unidades de negocios Arcor sigue saboreando el éxito que inició con aquella pequeña fábrica de caramelos de Arroyito, lugar que incluso dio origen a su nombre (“Ar” por Arroyito y “Cor” por Córdoba).
Hoy Arcor es la empresa más grande de alimentos de Argentina. Cuenta con más de 40 plantas industriales en Latinoamérica y 20.000 empleados.
Quienes formaron parte de los inicios de Arcor ven con satisfacción todo lo que se ha logrado en estos años; pero sobre todo, visualizan un futuro en el que los alimentos que producen, sigan siendo, más que simples productos, una forma de unir y compartir los mejores momentos.
El futuro de Arcor se vislumbra prometedor. Repleto de creatividad e innovación, pero sobre todo de compromiso, ese que fue asumido con tenacidad en Arroyito hace 70 años, y que garantiza un mejor porvenir.