Claudio Yakimovsky, Marketing Director de Danone Argentina, detalla las iniciativas sustentables que impulsa la compañía: desde convertirse en la empresa Certificada B más grande del mundo hasta lograr que el 90% de la energía utilizada en sus operaciones provenga de fuentes renovables.
Danone ha convertido la sustentabilidad en un ingrediente clave de su éxito. La compañía la integró de manera transversal en todas sus operaciones y en su portafolio de productos, consolidando una estrategia integral enfocada en el bienestar de los consumidores.
Esto se ve reflejado en diversos aspectos. Uno de los más importantes es la obtención de su certificación B, que ya cubre el 93% de su facturación, y para este año espera llegar al 100%.
“Hoy en día somos la compañía certificada B más grande del mundo. El trabajo de sustentabilidad de nuestra empresa se basa en brindar salud a través de alimentos y bebidas a la mayor cantidad de personas posible, cuidando el planeta. Nuestra gestión sustentable es integral y transversal a nuestros negocios (lácteos y alimentos a base vegetal, nutrición especializada y logística)”, explica Claudio Yakimovsky, Marketing Director en Danone Argentina.
Pero, ¿Exactamente qué significa esto? Ser una empresa Certificada B implica que la compañía ha sido reconocida oficialmente por cumplir con altos estándares de desempeño social, ambiental, transparencia pública y responsabilidad legal. Es otorgada por B Lab, organización estadounidense sin fines de lucro que evalúa a las empresas en áreas como impacto positivo en la comunidad, prácticas laborales justas o impacto ambiental, entre otras.
Estrategia integral
En 2023 Danone lanzó “Danone Impact Journey”, su estrategia de sustentabilidad basada en tres pilares. El primero: la salud a través de los alimentos, que promueve hábitos saludables y sostenibles asegurando que sus productos contribuyan al bienestar de las personas.
El segundo: la preservación y regeneración del medioambiente al reducir su huella de carbono, regenerando ecosistemas y apostando por materiales reciclables, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Y el tercero: las personas y comunidades, empoderando a los actores de su cadena de valor, incluyendo agricultores y recicladores urbanos.
Yakimovsky destaca; “Asumimos un compromiso firme con la sustentabilidad, impulsando acciones concretas para reducir su impacto ambiental”, dice, resaltando que a partir de este año el 90% de la energía utilizada en todas sus operaciones proviene de fuentes renovables; incluyendo las plantas ubicadas en Longchamps (elaboradora de yogures, quesos y postres), oficinas administrativas y centros de distribución (logística La Serenísima),
Varias acciones, un mismo objetivo
La sustentabilidad no es un tema nuevo dentro de Danone. Desde hace más de 15 años miden su huella de carbono siguiendo los estándares del GHG Protocol y están trabajando para alcanzar el carbono neutralidad en 2050, con objetivos validados por la iniciativa SBTi.
Además, se han fijado la meta de reducir las emisiones de metano y colaboran activamente con tamberos para mitigar el impacto de la producción de leche, que representa el 75% de su huella de carbono local.
A esto se suman otras acciones importantes. Por ejemplo, el 95% de los empaques de sus productos ya son reciclables o reutilizables y han reducido el uso de plástico virgen en un 8%.
El consumidor: un actor clave
Las acciones sustentables que desarrolla Danone cuentan con un actor clave: el consumidor. El directivo subraya que realizan un constante monitoreo de sus necesidades y preocupaciones, así como también de las tendencias del mercado, lo que les permite anticiparse y desarrollar productos y estrategias alineadas con sus expectativas.
Entre las tendencias destacadas, hay un creciente interés por productos más saludables, especialmente aquellos que aportan beneficios adicionales como probióticos, prebióticos, proteínas y fibra. “En los últimos 25 años, la compañía logró una reducción de azúcar de más del 40% en todos sus productos. Este esfuerzo incluye un avance notable en su portafolio infantil que es 100% libre de aspartamo, jarabe de maíz de alta fructosa y maltodextrina, además de tener productos 100% libre de sellos como lo es Danonino en todas sus presentaciones, marcando un nuevo estándar tanto en el sector lácteo como en la industria alimentaria en general”, explicó.
También se ha incrementado la demanda de productos de origen vegetal. Los consumidores cada vez más se inclinan por marcas más sustentables, priorizando productos elaborados de forma ética y responsable con el medio ambiente. “Además, hay un creciente interés por la transparencia, con consumidores exigiendo conocer el origen y proceso de producción de los alimentos”, agregó.
Sustentabilidad y educación
Danone también ha impulsado la sustentabilidad desde lo social y educativo. A través de su programa “Recuperadores” junto a la Fundación Avina, trabajan desde hace más de 10 años con cooperativas de recicladores urbanos, consolidando 56 cooperativas y recuperando más de 3.300 toneladas de materiales
Asimismo, mediante la Fundación Danone, impulsan el programa #DesperdicioCero, rescatando más de 18.000 toneladas de alimentos; lo que equivale a 72 millones de platos, que fueron donados a más de 60 organizaciones sociales en el país.
En este contexto, Yakimovsky hace énfasis en el importante papel que tienen las marcas hacia la construcción de un futuro más sostenible, señalando que “no solo deben desarrollar productos y servicios responsables, sino también generar conciencia e inspirar a las personas sobre cómo sus elecciones impactan el medio ambiente”. “La educación ambiental es el motor de cualquier cambio sistémico, ya que cuando los consumidores comprenden su capacidad para transformar el mundo, pueden tomar decisiones más informadas y sostenibles”, concluyó.