La iniciativa apoyará a más de 80 producciones de realizadores que representan a cerca de 30 grupos indígenas y afrodescendientes beneficiando a cerca de 500 personas.
Las crisis nos revelan el lugar imprescindible que ocupan las artes en nuestra sociedad. Es precisamente en situaciones adversas cuando nacen nuevos relatos colectivos que nos ayudan a imaginar futuros más justos y solidarios. Pero, sobre todo, la voz y visión de realizadores comunitarios, trabajando en diversos territorios, nos permite vislumbrar las realidades que aún son posibles.
El Fondo Miradas, una iniciativa de $15 millones de pesos mexicanos lanzada por Ambulante y Netflix, surgió con la intención de apoyar a más de 80 producciones de realizadores afectados por la pandemia del Covid-19, beneficiando a cerca de 500 personas. Estos equipos de producción representan a cerca de 30 grupos indígenas y afrodescendientes, entre los que se encuentran el Zapoteco Serrano, Totonaco, Mixteco, Náhuatl y Purépecha, entre otros. Casi el 75% de ellos se encuentran en el territorio que hoy conocemos como México, con el resto ubicados en Belice, Guatemala, Honduras, El Salvador, y Nicaragua.
Sin ellos y ellas: ¿quién tejería los relatos de la pandemia para la posteridad o dotaría de sentido nuestra existencia?¿Qué conocimientos, prácticas, y formas de organización proponen alternativas que puedan construir una realidad más justa y solidaria, y no meramente una “nueva normalidad” tras la pandemia? ¿Quién imaginaría las posibilidades que también se inauguran con el paso de esta crisis?
El Fondo apoya a cineastas emergentes, a media carrera, y aquellos con una amplia trayectoria, trabajando diversos géneros: documental, ficción, animación y cine experimental, entre otros. Todos estos proyectos se encuentran en etapas de rodaje o postproducción, y fueron seleccionados con ayuda de un comité integrado por once expertos, líderes sociales y actores clave en el campo del cine comunitario de esta región.
Los cineastas que identificamos con el Fondo Miradas son puntos centelleantes en un mapa alterno que nos guiará en la construcción de otros futuros. Su trabajo nos impulsa a reimaginar y reinterpretar las narrativas dominantes: la solidez de las fronteras, los esencialismos, los mitos fundacionales. Sus historias trazan distintas formas de ver el mundo, de relacionarnos entre nosotros y con el planeta, de iluminar el momento presente y nuestro andar.