La interrupción de CrowdStrike afectó significativamente a las aplicaciones de Microsoft Azure, perjudicando la experiencia del usuario y causando pérdidas económicas para los especialistas en marketing móvil, quienes debieron decidir entre continuar sus campañas o detenerlas.
El pasado viernes 19 de julio se produjo un incidente que afectó la seguridad y operatividad de numerosas empresas a nivel global. CrowdStrike, empresa líder en ciberseguridad, enfrentó una interrupción significativa debido a una actualización en su producto Falcon Sensor, que ofrece una protección superior ante las ciberamenazas.
El fallo fue el resultado de un conflicto entre la actualización de CrowdStrike y las configuraciones de Windows, generando interrupciones masivas en los sistemas, incluido Microsoft Azure, afectando a millones de dispositivos a nivel mundial. Esto provocó una disrupción generalizada en muchas aplicaciones que dependen de Azure.
En este contexto, Adam Smart, Director of Product en AppsFlyer, expresó: “Aunque hemos visto impactos en muchas industrias, esta interrupción tuvo implicaciones significativas para los especialistas en marketing móvil y sus campañas de adquisición de usuarios. Cuando las aplicaciones dejan de funcionar, la experiencia del usuario se ve directamente afectada, dañando la reputación de la aplicación y, a menudo, llevando al abandono de usuarios”.
Afirmó que “cada minuto que una aplicación está caída se traduce en pérdida de ingresos, deserción de usuarios y gasto publicitario desperdiciado”. “La cantidad de dinero que se pierde cada minuto que una aplicación está caída es una locura, especialmente las aplicaciones de juegos. Por ejemplo, AppsFlyer trabaja con muchos desarrolladores de aplicaciones de juegos que gastan más de un millón de dólares por día en adquisición de usuarios; si su aplicación está caída la mitad del día debido a esta interrupción, es poco probable que obtengan muchos beneficios de ese medio millón de dólares que han gastado”, agregó.
También destacó que “la incertidumbre sobre cuánto tiempo pueden tardar en solucionarse estas interrupciones deja a los anunciantes enfrentando un dilema: ¿continúas ejecutando campañas que dirigen a los usuarios a una aplicación no funcional o detienes estas campañas por completo? Esto es particularmente desafiante en plataformas donde detener o pausar campañas puede interrumpir los datos de rendimiento histórico, lo que lleva a costos más altos y una menor efectividad una vez que se reanudan las campañas”.
Es así que “de las conversaciones en todo el ecosistema a lo largo del día de hoy, parece que la mayoría de los especialistas en marketing optarían, y han optado, por mantener sus campañas en marcha y asumir los costos para evitar los dolores de cabeza a corto y largo plazo de reorganizar las campañas”, expresó el directivo.
“Esta interrupción sirve como un recordatorio claro de la importancia de una planificación de contingencia robusta y una comunicación transparente con los usuarios. Al comprender y mitigar el impacto de estas interrupciones, los especialistas en marketing móvil pueden navegar mejor los desafíos que plantean los problemas técnicos imprevistos”, concluyó.